Empecé en una versión oficial de sólo 37 segundos y miré otra y miré otra y el feisbuqueano tiempo invertido pensando si iba a escribir algo cortado en la impaciencia de un clic frustrado de pura mudez. Y si te digo que lo encontré hará cinco o seis años (¡tan poco, en realidad!) y fue el tema que hizo que me gustara la banda (éramos tan emo), y tanto cambio imprevisible desde entonces, y tanta cosa devenida en su contrario, completamente extrañada, extraña, y tanta necesidad suprema perdida (como esa vida que no podía concebir sin escritura), y tanta rotación de amistades, y tanto lo que queda por cambiar, es como estar quieto en la cama y marearse de vértigo. ¿Lo inmutable? Monólogo: che, Gi, andá a estudiar.
PD: Caminando por la calle, mirando la gente pasar, al menos lo gracioso es que, sin nostalgia, no se me venían a la memoria representaciones patéticas a lo Tom Waits, sino viejos éxitos radiales.
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