Mil nudos de mantas tibias impregnadas del olor de la costumbre. El ruido de la tv en la noche, una cama ahuecada con tu forma, un sofá bajo tus medias. Una ventana, metáfora de tu fugacidad, y la pared donde la familiaridad de tus ojos ya no descubre huellas. Mierda.
El mundo es una gran boca y me tragó. No me di cuenta mientras me masticaba, mientras me deglutía y yo acariciaba con el cuerpo las paredes de su esófago. No me enteré en el piletón de jugos gástricos que disgregó mi organismo hasta despedazar los últimos resabios. No me enteré mientras mis fragmentos eran absorbidos y desechados con la indiferencia de todo aparato aceitado.
Soy parte de su epidermis, del rulo de un vello, de su riñón sufriente y su uña encarnada. Soy un callo que cortó inútilmente con alicate y vuelve a surgir, y también la falange que se dobla para atrapar a otro individuo masticable. Soy puro silencio, como quien no se da cuenta. Un conjunto de frases armadas. Pura aceptación con naturalidad, botín adormecido, ojo miope, pies fríos, veraniegos, embobados frente a una pared y una ventana.
2 comentarios:
No, en realidad es un pretencioso.
Mil nudos de mantas tibias impregnadas del olor de la costumbre. El ruido de la tv en la noche, una cama ahuecada con tu forma, un sofá bajo tus medias. Una ventana, metáfora de tu fugacidad, y la pared donde la familiaridad de tus ojos ya no descubre huellas.
(¿Hablás de vos en tercera persona?, te ponés hermética).
Y cuando escribís:
Mierda.
(Macambrónica puntuación)
No me di cuenta mientras me masticaba, mientras me deglutía y yo acariciaba con el cuerpo las paredes de su esófago. No me enteré en el piletón de jugos gástricos que disgregó mi organismo hasta despedazar los últimos resabios. No me enteré mientras mis fragmentos eran absorbidos y desechados con la indiferencia de todo aparato aceitado. Soy parte de su epidermis, del rulo de un vello, de su riñón sufriente y su uña encarnada. Soy un callo que cortó inútilmente con alicate y vuelve a surgir, y también la falange que se dobla para atrapar a otro individuo masticable.
Un curioso metabolismo literario, hondo viaje del ser a la nada de otro ser.
¿Vió Gisel en qué cotidiana y curiosa trampa estamos metidos?
Soy puro silencio, como quien no se da cuenta. Un conjunto de frases armadas. Pura aceptación con naturalidad, botín adormecido, ojo miope, pies fríos, veraniegos, embobados frente a una pared y una ventana.
Esos pies, sin embargo, merecen calor; siempre verano y una ventana o una puerta, hacer un camino.
Si de vos hablás en el "soy puro silencio" ¡sea si eso es lo que querés!...aunque tu silencio se escucha junto a tus sensasiones en cada palabra que tipeas, escribís.
Aseguro que sos mucho más que frases armadas, a(r)madora... de frases.
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